31 de agosto de 2011

Recetas ilustradas: Instrucciones para encender un fuego

En la patria del asado, es menester de todo hombre y mujer que se precie saber prender el fuego. Los que somos de la tierra adentro y lo hicimos siempre con leña, conocemos muchos trucos infalibles, pero ¿cómo zafar del papelón y la humareda general a la hora de usar carbón? 

Esta técnica me la enseñó una muy racionalista amiga francesa que, dicho sea de paso, la aprendió en Chile de unos argentinos que conoció. Rulo de origen aparte, quedé tan maravillado por la simpleza del método, y por su insuperable efectividad, que la uso siempre y hoy comparto. Créanme: no hay mejor manera de prender un fuego usando sólo tres páginas de diario y un fósforo. Impacientes: recurran a la ventilación forzada. Después me cuentan.

20 comentarios:

Fsaurio dijo...

Cuando vi la botella me asuste, pero no podias fallarme.
Abrazo

Antigua Feria dijo...

Excelente!!! Probé muchas técnicas pero esta parece simple y efectiva. Gracias!!!

DrM! dijo...

Carbón para hacer un asado! Si mi abuelo, tan entrerriano como yo, se entera que utilizo tan vil mineral (para estas prácticas culinarias), me saca el apellido :D, así que paso del consejo, pero reenvío para mis amigos capitalinos que encontrarán muy útil la información, sin dudas. Gracias!

Joaquin Hidalgo dijo...

Ah, parece que esta técnica convoca... ya verán...

Prueben!

Anónimo dijo...

Joaquin, Esta técnica la uso siempre que no tenga un cajón de frutas para arrancar el fuego, ahora lo que me parece una aberración es que se utilicen estrategias yanquis como esas pastillas prendetuti, y menos ayudarse con la tecnología como la del secador de pelos.
Daniel

Joaquin Hidalgo dijo...

Daniel,

no se enoje, hombre. Es verdad que parece que emplear una pastilla combustible no es fair play, pero bueno, también queda demostrado en acto la inhabilidad del jugador.

Lo del secador me parece genial: nunca lo uso, pero la sola imagen de un gordo asadero, transpirando al calor del fuego y secador en mano, me enternece.

Salú!

Valeria dijo...

Vi la info en el fcb y me gustó para salir de algún apuro, aunque debo confesar que mi corazón está con el fuieguito que nos regala la leña.

Joaquin Hidalgo dijo...

Vas a ver Drach, no falla.Qué bueno verte por acá.

Beso!

Flavia Ricci dijo...

Éste método me lo recomendó mi tío y es el que uso en casa. Muy eficaz, porque mi gran temor cuando comencé a hacer carnes asadas era que me quedara corta con el fuego ...

Joaquin Hidalgo dijo...

Un grande el tío...

Ahora, lo que me llamó la atención, Flavia, fue que te refirieras a carnes asadas y no al asado lisa y llanamente. Ahora me pregunto: qué otras carnes tirás a la parrilla.

Andres Rosberg dijo...

Joaco, notable el sistema, yo lo uso hace mucho y no conozco otro mejor.

Un par de tips: Usá un par de hojitas más y hacé la columna más alta, que mejora el tiraje. También, para prenderla, lo mejor es enrollar otra hoja de diario, y prender desde dentro y desde bien abajo, que con un fósforo es complicado.

Reconozco que lo del secador es poco ortodoxo, pero, en caso de urgencia, la combinación de estos métodos te da brasas en minutos, evitando recurrir a recursos más cuestionables aún, como las pastillas o los combustibles.

Igual, en el diagrama falta lo más importante, que es el dibujito de cómo después de prender el fuego aprovechás y te abrís la botella y te la vas tomando al lado de la parrilla haciéndote el fesa!!!

Gran abrazo gran,

Andres

Flavia Ricci dijo...

Me gusta más el término carnes asadas porque me resulta más amplio: carnes rojas o carnes blancas (pollo, pescados). Supongo que el método de la botella no discrimina de acuerdo a lo que pongas en la parrilla, así que incluso sirve para verduras asadas :)

Anónimo dijo...

Un amigo estuvo recorriendo Asia, y como argentino de inmediato lo hicieron encargado de prender el fuego, y utilizo el secador de pelos, de golpe se encontró como a 20 orientales sacándole fotos asombrados de su habilidad.
Daniel.

Anónimo dijo...

jajaj... buenísimo!!! aplicaré, personalmente en la ceremonia del asado la parte de mayor adrenalina es prender el fuego, lo que sigue... una mezcla de ritual, inspiración, arte, disfrute. Tal vez porque tiene una energía propia, y de su gloria depende también la herramienta principal. O tal vez porque no sea tan experta y me regocijo en el éxito de haberlo logrado, pero... repito, no hay nada como un fuego victorioso (y ni hablemos de cuando el destino nos pone a prueba con una tormenta, poco carbón, sólo ramitas o leña mojada). Y en cuanto a la observación de Don Rosberg... también me sumo, sino le sigue a esta satisfacción la supera, sentir el aroma del fuego, que nos avisa lo lindo de esa tarde o noche, mientras nos disponemos a brindar besando la copa, no tengo duda que ese vino en ese instante... alcanzó su mejor momento.

Joaquin Hidalgo dijo...

Andrés,

hacés trampa con más páginas; el arte del fuego reclama disciplina fiscal y rigurosos inviernos alsogarianos en la aplacición de los recursos. Tres hojas es un desafío, más que un método.

Y sí, la foto del vino faltó, es verdad.

Lamoroyelrío, resultó que lo suyo es la poesía de la piromancia; si el asado es un mero complemento, sepa usted que se ha ganado mi más hondo respeto.

Salú!

Anónimo dijo...

... bueno, acepto su respeto con algo de orgullo y honor! jaja!
Salud y saludos!
Cande

Anónimo dijo...

Joaco,

En estas épocas crispadas, cada uno puede elegir si prende con Clarín o Página/12, lo que torna la utilización de más hojas de diario una experiencia que incrementa el disfrute.

Más aún, para ello uno tiene que comprar ese diario, generando recursos y puestos de trabajo. Ello también incrementa la posibilidad de que uno se cuelgue, copa en mano, lo hojee un poco mientras prende la brasa, y descubra que en todos los medios hay notas que pueden enriquecer al lector.

Queda claro, entonces, que la prodigalidad de que me acusa no es tal, sino que mejora drásticamente la experiencia del usuario (porque además prende mejor), genera puestos de trabajo y mejora la calidad democrática en Argentina, lo que no es poca cosa...

Andres Rosberg dijo...

Ooops!

Soy un queso con estas cosas, no fue mi intención mandar un mensaje anónimo! (aunque creo que ya sospechabas que se trataba de mí...)

Un abrazo,

Andres

Joaquin Hidalgo dijo...

Andrés,

La antropología encuentra fascinación en los usos que la gente hace de objetos que tienen otro uso, como por ejemplo, el diario para prender el fuego y la lectura copa en mano.

Ergo, creo que en estos momentos de crispasión, cada uno elige a placer con qué medio dará rienda suelta a la pasión incendiaria o a la piromancia mediática. En todo caso, hay un tip ineludible: La Nación, que es más grande, tiene mejor rendimiento.

Abrazo!

Sergio F. dijo...

Todos guardamos en el corazón alguna historia de asados sanguinolientos terminados en la parrigas, humaredas históricas y pastillas clandestinamente arrojadas entre las piedras de un carbón rebelde, pero el uso del secador de pelo debería estar prohibido por ley. Un asado sin dignidad no es asado.