Toda la propuesta está pensada para sorprender. Son dos plantas decoradas hasta el más mínimo detalle: partiendo de las mesas con manteles floridos o a rayas (el hule es un dato fulero, pero no empaña), hasta las sillas con grafittis, las lámparas de mimbre y el frente íntegramente decorado con celosías. También hay una pecera enorme en el salón que, de paso, está abierto a la vereda. Pero donde resulta más sorprendente es en la barra de la planta alta, que da directamente a la calle, y desde donde podés ver qué pasa en Báez mientras te tomás alguno de sus buenos tragos. Me gustaron especialmente Mojisake ($37) y Lima Mía Sour ($32). Claro que si buscás uno frutado, Rum Berry Collins ($37) cumplirá.
Pero ningún restaurante puede vivir de la pinta si no ofrece una buena comida. Y es ahí donde Lima Mía tiene un punto fuerte. Con una carta fusión, entre peruana, chifa y nikkei, está organizada por Piqueos, Anticuchos, Ceviches, Tiraditos, Sushi, Woks, Parrilladas y Postres. Cada plato viene con una pequeña explicación, como para que no te pierdas en el intento. Probamos:
- roll Lima Mía ($52), vienen 9 unidades rellenas de atún y envueltas en plátano frito, que cumplirá tus expectativas en la medida que el sushi fusión sea lo que más te gusta. El plátano es un sabor curioso, pero no desentona
- tiradito de pulpo a las dos olivas ($59) con alcaparras y un crocante de zanahoria, que si bien no se parece en nada el pulpo al oliva que sirven en Lima, como reemplazo para nostálgicos puede funcionar
- jalea real ($42) con abundantes mariscos y rabas saltadas, servidas con salsa criolla apenas picante; animate si te gustan las rabas a la romana
- una rareza que cada vez se ve más en los restós porteños: anticuchos de pollo chifa despeinado ($35), básicamente 4 brochets fritas con fideos crocantes a su alrededor, y salsa agridulce china para que puedas pocharlas.
- ceviche de pulpo ($49), riquísimo, con abundante cilantro (atento si no te gusta este condimento porque no te va a gustar el plato)
- parrillada de mariscos ($95), que sale con papines andinos, que es para compartir. Muy sabrosa, los mariscos se asan en la parrilla y luego se los hace en una cazuela, junto con los papines.
Si estás buscando un lugar nuevo en el que pasarla bien, probar sabores exóticos y beber ricos tragos, tenés que tener a Lima Mía entre tus futuras visitas. Abren todos los días desde las 19:30.
(Báez 211, Cañitas / T. 4775-5616)
(Báez 211, Cañitas / T. 4775-5616)
4 comentarios:
Gracias por la nota, Joaquín! Siento que ahora tengo la obligación de conocer los nuevos tragos de Gaby pronto.
Saludos!
Geraldo Figueras
Yo fui y me encantó! me gustaron mucho los tragos y la comida
Como dice Sugasti, el lugar banca y los tragos están de primera.
Excelente lugar!!! muy buena atención, tanto los camareros como los bartenders conocen a la perfeción la carta y recomiendan muy bien. Comida y tragos 10 puntos recomiendo el Zupay. Todo esto en el marco de una ambientación muy elaborada. a no perdérselo.
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