8 de julio de 2007


Oh, quién lo hubiera dicho... ha llegado el domingo. El día sorete de la semana llegó con un detalle gustoso: mañana es feriado. Y entonces levantarse, rodar por el living, preder la máquina, hacer unos mates y entrar al blog para manifestar un primer estado de ánimo, parecido a una resaca de sábado en trasnoche, bien puede ser un ansiolítico, un masaje cerebral. Y aún así, mientras Cansei de Ser Sexi -la banda del momento- levanta el ánimo de los sillones y pone a saltar los libros en la biblioteca con savior faire tecnoelectrónico, tengo esta casi penosa sensación de recién venido al mundo. Miro por la ventana. Afuera, nublado. Adentro: nublado también.
Me acordé de este dibujo que ya tiene un año y de la noche en que fue hecho. Qué sería de nosotros sin la sorpresa. Por suerte, mañana hay un día más para averiguarlo.

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