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21 de abril de 2012

El seleccionado argentino de Malbec

La variedad insignia de Argentina festejó el 17 de abril pasado su día mundial, con eventos en distintas ciudades del planeta. Lejos de ese glamour, en la góndola local se puede hallar un seleccionado de etiquetas perfectas. Estas son las once mejores hasta 100 pesos.



Trapiche Malbec 2010 ($22)
. Este milagro de la enología contemporánea ser renueva cosecha a cosecha. En la góndola de los accesibles, difícilmente encuentre un vino mejor: abierto, aromático y con boca sencilla pero gustosa. Un Malbec para todos los días.

Portillo Malbec 2010 ($27). Haga la prueba y compre, en este segmento de precios, dos o tres marcas. Tápelas y bébalas sin saber cuál es cuál. Verá que este vino de bodega Salentein es el que gana la pulseada: intenso en color, rico en aromas frutales, de boca carnosa y con acidez refrescante. Ideal para la mesa.

Viña de Narváez Malbec 2010 ($34). Elaborado por Rosell Boher, una bodega mendocina de mediana escala, este tinto es muy perfumado, con fruta roja sencilla y efectiva en su cometido; al paladar es amplio y bien jugoso, con el paso veloz de una buena acidez. Clásico y moderno al mismo tiempo.

Marianne Malbec 2010 ($37) es un bólido de Finca Las Moras, cuya estética deslumbra a primera vista y luego se reafirma con el vino en la boca. Una apuesta por los aromas amigables de la fruta roja, apenas matizado con roble tostado; al paladar resulta amplio y con una rica acidez vibrante.

Yauquén Malbec 2010 ($45): el vino perfecto para darse un lujo cotidiano. Muy violeta, a la nariz recuerda flores y frutos rojos, con una elegante nota terrosa. En boca es llenador, intenso y con buena frescura. Un combo de elegancia y sofisticación alcanzables, producido por bodega Ruca Malen.

Kaiken Malbec 2009 ($50). La casa que el crack chileno Aurelio Montes lleva en Mendoza, produce este tinto de coherencia demoledora: frutos rojos, madera apenas ahumada y trazos herbales, forman la antesala de una boca intensa y firme, que gana espacio con su paso amable y carnoso.

Saurus Malbec 2009 ($53). Familia Schroeder produce uno de los Malbec patagónicos más interesantes, con este refinado combo de intensidad aromática y boca sofisticada, en la que el tacto de seda y su acidez jugosa lo convierten en un perfecto ejemplar para la mesa.

Alta Vista Premium Malbec 2009 ($60). La bodega con base en Chacras de Coria, Mendoza, elabora uno de los tintos más constantes en calidad del mercado. Cada año, desde 1999, Premium se consagra como uno de los infallables de la góndola. Y el 2009, muy especialmente. Probar para creer.

Goyenechea Quinta Generación Malbec 2007 ($60). Gran ejemplar de la bodega de Villa Atuel, Mendoza, que combina el perfil moderno de los nuevos vinos de la casa, con el corte tradicional de siempre. Destaca por su perfume de frutos negros y rojos, y por su buen volumen y paso envolvente.

Luigi Bosca Malbec D.O.C. 2008 ($80). La sigla significa Denominación de Origen Controlada, e indica que el vino fue elaborado con uvas de Luján de Cuyo y según un protocolo preestablecido de cosecha y crianza en roble y botella. En criollo, un excelente ejemplar de profundos aromas frutales, boca voluminosa y lograda elegancia.

Zorzal Reserva Malbec 2009 ($95)
. Una rareza todavía en la góndola, que por ahora se consigue sólo en vinotecas. Elaborado por Zorzal Wines, con uvas del Valle de Uco, Mendoza, es un tinto bien perfumado, con una boca intensa y de acidez bien jugosa, apenas contrastada por la madera, que le aporta volumen y complejidad.

Esta nota se pubicará el domingo 22 de abril de 2012 en La Mañana de Neuquén. 

14 de abril de 2012

6 recomendaciones musicales de vino

Estas recomendaciones las hice hoy en el Segmento Siete Vorterix (103.1) ... nos morimos de risa con las descripciones de los personajes que hizo Guillermo Hernández. Esa se las debo, porque se fueron por el aire.


Si te gusta el heavy metal, con bandas como AC/DC o Iron Maiden, donde le dan a la bata y los solos de guitarra aportan una estridencia aguda y profunda, con toques clásicos como hizo Jethro Tull y Deep Purple, te tienen que gustar los vinos heavy body, con intensidad y volumen, como el Cabernet power: La Mascota 2009, Santa Julia 2009, Kaiken Ultra 2008.

Si te gusta el pop, del estilo Whitest Boy Alive o Bell&Sebastian, con canciones pegadisas y estribillos, coros, melodías y bases rítmicas en armonía con las letras, al estilo Miranda, te gustan los vinos ligeros, de aromática frutal de sencilla comprensión como el Saurus Pinot Noir 2009 o los rosados Carmela Benegas 2011 o Jean Revier 2011.

Si en cambio flasheás con el Jazz, con los síncopes de ritmos y las estructuras libres que propiciaron tipos como Miles Davis, John Coltrane o el exquisito de Bill Evans, a vos te gustan los vinos de corte, en donde la emoción va detrás del cerebro, y en donde la complejidad y la elegancia son el ABC del vino. Etiquetas como Trumpeter Malbec Syrah 2010; Dos Fincas Cabernet Sauvignon Merlot 2010; o Viñas de Narváez 2006,

El reggae. Sonido universal, primitivo y liberador, tan denso como ligero que va de un Peter Tosh y un Bob Marley a artistas de culto en nuestro país como Lee Scracht Perry, se me representa en vinos adorablemente sencillos, como ciertos Torrontés… que van de maravilla para beberlos como Elementos 2011, Vasija Secreta 2011 o Cafayate 2011.

El funk tiene sus seguidores: bases percusivas intensas, bajos que hacen rebotar la tripa, combinadas con exquisita precisión las estridencias de los bronces (o caños), tal como hacían Maceo Parker, James Brown o, más moderno, Jamiroquai. Si estás entre los que les gusta el groove del funk te tiene que gustar el Syrah: único varietal con esa capacidad camaleónica de aunar contrastes con una base austera y densa, y aromas exóticos. Buenos ejemplos serían: Don David 2008 Tracia 2011 y Latitud 33º.

Rythm&Blues es un mundo amplio y celestial, apto para todo público. Acá caben la habilidad sonora de Steve Ray Voghan con el carisma y la elegancia de un B.B. King, o la crudeza de John Lee Hooker o al caudal sonoro de un Botafogo. Si esos son tus músicos favoritos, a vos te gustan los vinos de una profundidad apta para todo paladar, y tan variables en expresión como puede ser los Malbec, como por ejemplo Zorzal Reserva 2009, Marianne 2010, Portillo 2010.

14 de marzo de 2012

¿Buscás vinos para renovar el paladar? Probá con estos seis


El verano no fue especialmente rico en experiencias vínicas. Bebí algunos raros vinos, otros tantos bastante esperables y sólo un puñado de etiquetas sorprendentes. A continuación, un picadito entre los que me cautivaron.

Trumpeter Malbec-Syrah 2010 ($52). De los cortes que se han explorado con base Malbec, este es uno de los más logrados. Sucede que el Syrah le adelgaza el paso a su compañero, mientras que le completa la nariz con trazos exóticos. Así y como está hoy, este vino, típicamente cosmopolita en su propuesta de intensidad aromática y gustativa, es verdaderamente un caño que en el restaurante te queda a relativo buen precio. Elegilo y no te vas a equivocar.

Atilio Avena Reserva Roble Syrah 2009 ($55). Esta nueva línea de la familiar bodega Atilio Avena es un caso interesante. Mezcla de estilo frutado y alto impacto for export –con buen peso en boca y estructura andamiada con roble- destaca por su sabor bien logrado y persistente. El tipo de tinto que descorchás en un asado de amigos y quedás diez puntos con una etiqueta poco conocida, que ofrece buen vino para su relación calidad precio.

Cicchitti Malbec Organic Grape 2010 ($60)
. Quienes descreen de la agricultura orgánica debieran probar este vino para convencerse. Porque si bien es verdad que en las generales de la ley esta categoría de productos no ha dado grandes ejemplares, este Malbec de la mendocina familia Cicchitti está muy por arriba de la media. No en vano estuvo entre los mejores vinos de argentina para la guía, Austral Spectator, que coedito. Perfumado, con abundante nota frutal y trazos balsámicos, sorprende por su carácter refrescante y paso suelto, que extienden su buen sabor largamente. Vino fuera de serie. Probar para creer.

RD Sauvignon Blanc 2011 ($79). Con Viñas de Dávalos nunca se sabe hasta que se prueba. Básicamente porque trabajan los vinos de tal forma que sus aromas intensos y raros, junto a su gran cuerpo, son datos secundarios frente a la identidad: exóticos y personales, la mejor manera de saber si te gustará es descorcharlos. Claro que con el primer Sauvignon Blanc de Tacuil –en el confín de Salta- la botella puede ser una caja de sorpresas. Grata, intensa y refrescante sorpresa, para este muy curioso blanco del que hicieron pocas botellas. Si sos un fan de Sauvignon típico con pipí de chat y maracuyá, te puede decepcionar. Pero si sos de los que un RD les vuela la cabeza, tenés que probar este blanco. Sabés de lo que te hablamos.

Dos yappas para coleccionistas:
Enrique Foster Malbec Reserva 2006 ($80) es para mi uno de los descubrimientos accidentales más interesantes de mis últimas copas. Conocía a este vino desde que salió al mercado (allá por 2008) y mi primera impresión no fue la más grata: era brioso y no entregaba la elegancia que se le reclama a la alta gama. Pero hete aquí que una filtración en el subsuelo de mi casa (donde tengo todas las botellas en estiva) le dañó tanto la etiqueta que decidí tomarlo antes de que no supiera qué vino era. Aluciné: con una aromática refinada que va del té negro a las frutas, y con taninos amalgamados y sedosos, está en plena forma para beber hoy o guardar un poco más. Si quieren comprarlo, los amigos de Siete Spirits lo tienen a la venta.

Nieto Senetiner Bonarda Edición Limitada 2002 ($S/D). Sí, es el de la etiqueta de chapa. El mismo que ahora está a la venta la cosecha 2008. Lo tenía bien atesorado en casa y lo descorché esta semana para convidarle a un chef amigo. La verdad, estaba para guardarlo aún más tiempo. Si estás entre los afortunados que tienen alguna de estas botellas –agotada ya en el mercado- te aviso que todavía podés guardarla cinco años más sin temor alguno. Pero si tenés ganas de tomarlo, ni lo dudes: es un caramelo de uva con aromas balsámicos, del tipo que te transportan a ambientes frescos y en los que el aire se mueve gratamente; con un paladar compacto, de taninos domados y paso bien jugoso, se bebe a placer. Francamente impecable.

20 de enero de 2012

8 blancos pileteros para beber bajo la sombrilla

Calor, sudor y pileta son el combo perfecto para descorchar un vino blanco en dís de verano. Cuáles beber y con qué acompañarlos. En esta nota, las mejores opciones para cada bolsillo.

Es verano. La temperatura y la sensación térmica son motivo de queja pegajosa y mal humor constante. Una desgracia para los que están en una oficina. ¿Pero qué con los que pueden pasarse las tardes tomando el sol a orillas de una linda pileta? A ellos les aconsejamos probar con estos vinos para cerrar el día. Y a los primeros, que aún sin tener pileta, los prueben porque tiene frescura de sobra para bajarle unos grados al termómetro personal.

Tracia Chardonnay 2011 ($18). San Juan merece mejor fama como productor de blancos frutados y fáciles de beber. Buena muestra de ello este Chardonnay con tapa a rosca, que ofrece una aromática tropical y una boca de acidez moderada, pero con buen nervio. Todo, a un precio inmejorable, cosa de que quede margen para invertir en unas Pringles de cebolla y en un cuenco con olivas negras, regadas con una gotita de limón.

Las Moras Sauvignon Blanc 2011 ($20). A la hora de terminar un día bajo la sombrilla, lo que más necesita el cuerpo es una buena bebida fría y algo para picar. Si esa necesidad, además, se cubre con precios lógicos, el placer es doble. Y así llegamos a este blanco de Las Moras que realmente cumple el cometido de aportar ricos aromas cítricos y un plus refrescante perfecto para el paladar y sus circunstancias. Con leberwurst, mostaza de Dijon y un poco de queso Mar del Plata, cierra un día perfecto.

Santa Julia Torrontés 2011 ($25) es una curiosidad de la góndola. Dentro de los nuevos estilos de Torrontés, los mendocinos despuntan con un combo de  frescura y elegancia, lejos de los salteños que pueden resultar chillones, aunque siempre atractivos. Y este blanco de boca envolvente y rica acidez ofrece el punto justo de equilibrio para una picada sencilla: con queso gouda y una bondiolita como la de Campo austral, le pone un broche ideal a un día de pileta.

Lurton Pinot Gris 2011 (35). Si uno buscara en el diccionario la definición de “piletero”, este vino blanco debiera figurar como sinónimo. Frutado de tal forma que emociona, en la boca se comporta como un blanco de ley, lejos de la solemnidad de la alta gama y más cerca del capricho, con una acidez refrescante y pícara que lo pone como fija para comerse un tostado de jamón, queso y mostaza con la malla mojada.

Telteca Roble Chardonnay 2010 ($36). Ubicado entre los mejores vinos de argentina para La Guía de Vinos Austral Spectator –de la que el autor de la nota también es coautor- este blanco lleva lejos la ecuación precio calidad para el segmento: con una aromática en la que el roble funciona como un buen condimento a las frutas, en boca despliega su buena acidez que aviva los matices de vainilla y sabores cítricos. Con una pizzeta en la terraza del club, será mucho mejor aún.

Goyenechea Centenario Sauvignon Blanc 2011 ($40)
. El sur mendocino parece haber despertado de una larga siesta. Ya que este año pusieron en el mercado algunos vinos fuera de serie, como este Sauvignon que, citando a la colega Elizabeth Checa, “no maracuyea” como es ya frecuente exceso. La va de cítrico, con una aromática moderada pero elegante. Al paladar vibra como la cuerda de un arco y no pierde ni por un segundo la armonía.

Saurus Chardonnay 2009 ($42) es, por su delicadeza y sutil expresión –conviene saber que una parte es criado en barrica de acacia-, una opción chic para la piscina, el tipo de blanco que se acompaña con finger food en un sunset meeting. O, como diríamos el resto de los mortales de a pie, un rico blanco para esa hora en que el día llega a su fin y uno necesita comer un sanguchito de lengua vinagreta para comenzar a estirar la noche con la boca despierta al sabor.

Alta Vista Premium Chardonnay 2010 ($60). El precio no es precisamente el indicado para algo rápido y sencillo. No obstante, este blanco radiante, con boca de terciopelo y sabor refinado de frutas blancas y tropicales, es el candidato ideal para comer un melón con prosciutto del bueno (San Daniele, por ejemplo, para no saltar al imposible de Parma) y darse un gusto veraniego de mediodía, justo a la hora en que las palomas caen en picada de ramas y cables.

Esta nota fue publicada en La Mañana de Neuquén el 8 de enero de 2011.

19 de diciembre de 2011

Los jóvenes los prefieren tintos


El ya instalado Concurso VinoSub30, en su 8º edición, entregó oros y dobles oros la semana pasada en una sencilla pero linda ceremonia. Como concurso de vinos propone un recorte interesante, ya que los catadores son todos menos de 30 años; digamos profesionales de paladar joven que tienen sus propias preferencias. De ahí que los vinos premiados, de alguna manera, reflejan el gusto de las generaciones que ingresan al consumo de vinos.

Este año hubo algunas sopresas, como un espumante en las dobles de medallas de oro, Ruca Malen Brut, o los dos vinos de Monteviejo, Calypso Malbec 2009 y Lindaflor Malbec 2006, a los que se sumó un desconocido en el podio mayor: Ponce de León Cabernet Sauvignon 2009

Algunas bodegas como Trapiche, Santa Ana, Séptima, Alta Vista y Ruca Malen se llevaron varios oros. Para un listado completo de los premiados, sigan el link.

15 de diciembre de 2011

Seguro nunca oíste hablar ni probaste alguno de estos seis vinos


Vía Blanca Bonarda 2011 ($25). Iaccarini es una nueva bodega de San Rafael que desembarcó en Buenos Aires a fines de noviembre con una cena en 12 Servilletas, el restó a puertas cerradas de Belgrano R. En esa oportunidad presentó algunos de sus vinos –elaborados por Gabriela Celeste para Eno.Rolland- que en las generales de la ley muestran buena pasta y prometen, pero no deslumbran. Eso, salvo este joyita: un Bonarda 2011 que realmente se las trae en relación calidad precio. Agendalo cuando visites la vinoteca, porque para vino aromático, frutal y refrescante, está por encima de la media.

Vuela Rosé 2011 ($45). Bodega Lurton nos tiene acostumbrado a sus vinos ligeros, fragantes y fáciles de beber. Algo que representa a la perfección su Pinot Gris y que este Rosé, Vuelá, viene a certificar. Primer rosado de la compañía, está elaborado principalmente con fruta del Valle de Uco y eso se nota en los aromas que recuerdan a la cereza y en la acidez tirante. Con una picadita veraniega, que incluya queso brie, Holanda y leberwurst, tenés combo perfecto. Realmente invita a beber.

Santa Ana Homage Malbec 2010 (¿?) es un vino de exportación –que ahora se consigue en el mercado local- y que es un hit de ventas en Inglaterra. El secreto hay que buscarlo en su elevada acidez que, para el paladar local puede resultar extraña, pero que a los ingleses les encanta. Para más datos, Homage es la línea de vinos de autor de Rodolgo “Opi” Sadler, el crack enológico que hace los vinos de la bodega y que firma la etiqueta. Y este Malbec está entre los recetados para el que busque expresión fruta, paso algo nervioso y vibrante, junto con un rico despliegue gustativo. No es fácil de conseguir, pero amerita su pesquisa.

Aleph Cabernet Sauvignon 2004 ($73). Elaborados por Patricio Santos en la bodega Cuchilla de Lunlunta estos misteriosos vinos Aleph fueron desarrollados para el mercado de exportación y presuntamente para ser vendidos cuando hubieran evolucionado. De esto podemos dar fe, en tanto y en cuanto la botella que llegó para probar es la de este Cabernet 2004 bien evolucionado: un raro perfil para el mercado local que no es fácil de hallar, precisamente porque no quedan casi vinos viejos en dentro del país. Así es que ya sabés, si buscás tintos sosegados y con esa extraña certeza gustativa que da el bouquet y el tiempo, anotate este. Lo comprás escribiendo a este mail: boutique.aleph@gmail.com

La Espera Reserva Syrah 2008 ($80) es elaborado por la bodega del muy germano nombre Funckenhausen, ubicada en San Rafael. Pertenece a un empresario argentino-alemán que tiene el doble mérito de haber sobrevivido a la Segunda Guerra Mundial y de haber triunfado en el mundo de los negocios navales. A sus 82 años, ahora retirado, elabora las uvas de la finca La Espera, como le llamó a la finca que montó desde cero a orillas del Río Diamante. Este Syrah es deslumbrante en su perfume frutal, en su andar elegante y sedoso y en su buen cuerpo. Ideal para el buscador de perlitas. En cualquier caso, la bodega acaba de lanzar su vino ícono, La Espera Blend Kurt Heinlein 2008, que va en la gama de los top argentinos, con buena madera (24 meses) y buen peso en boca.

Ojo de Agua Malbec 2010 ($80) está elaborado por el más excéntrico de los productores de vino que hay en el país. Se trata del suizo Dieter Meier, quien tiene en Agrelo, Mendoza, un emprendimiento vitícola orgánico. Meier es una personalidad del ambiente artístico mundial, con un aspecto dalinesco, que triunfó haciendo música experimental en los 80 –sentendo las bases de la electrónica- sin saber tocar un instrumento. Acá pueden escuchar su rara producción con la banda Yello. En cuanto a los vinos, son igual de excéntricos: con un Torrontés sanjuanino cosecha 2011, de aromas cortones y rica boca; y un Malbec típicamente Agrelo en su opulencia, concentración y taninos finos. A ellos se suma el ícono, llamado Dieter Meier Puro, blend de Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Petit Verdot cosecha 2010, que va en la misma línea, pero es más intenso.




10 de diciembre de 2011

10 vinos perfectos para la mesa navideña a precios lógicos

¿Qué etiquetas conviene comprar para la cena familiar más importante del año? En esta nota diez que no fallan. Los mejores tintos y blancos para acompañar el menú navideño.

A la hora de servir la mesa navideña, a las exageraciones del vitel toné y el lechón adobado, sumada con la infaltable picadita de fiambres, hace que la elección de los vinos no resulte sencilla. Y si a este recalentamiento gástrico le añadimos también el de una parentela que llega con sed, hambre y cañitas voladoras, la ecuación puede multiplicarse en grande. Para pasar bien la noche navideña hace falta una buena selección de ricas bebidas y estas son nuestras favoritas. No fallan.

Goyenechea Rosé 2010 ($22)
. Los rosados son buenos para tener en la frapera y ofrecerlos junto con la entrada de fiambres. De todos los que están al alcance del bolsillo, el de Goyenechea cumple con creces. Le pondrá sabor frutal y buena frescura a la mesa y el precio es una ganga.

Latitud 33 Sauvignon Blanc 2011 ($24). Usted pensará que no da servir un blanco, pero se equivoca y feo. Ponga un par de botellas a refrescar y sírvalas ni bien llegan los invitados junto con unos quesitos: gouda y gruyere, no hace falta lujo. Arrancará la cena con el pie derecho.

Michel Torino Colección Tannat 2010 ($24) es el vino que hay que tener en la mesa si la cena es un asado multitudinario. Con una inmejorable relación calidad precio, este tinto intenso y frutado le hará buen contrapeso a unas costillas arqueadas o a un vacío de costra crocante y corazón bien jugoso.

Santa Julia Torrontés 2011 ($25). ¿Una herejía blanca y encima Torrontés de Mendoza? Sí, y a no dudarlo. Es un vino aromático y de boca envolvente, con rica acidez, perfecto para beber en noches de calor, cuánto mejor si acompaña una rodaja de melón con buen jamón crudo.

Finca Perdriel Terruño Malbec 2007 ($28) es candidato a ocupar el lugar central en la cena. Un tinto de taninos suaves que, con el tiempo, además perfiló un atractivo paso delgado. Para acompañar carnes es un ejemplar de ley, mejor aún si son a la parrilla.

Viña de Narváez Cabernet Sauvignon 2009 ($33). Un vino fuera de serie que, si bien no es sencillo de hallar, tampoco es imposible. Será el candidato perfecto para sorprender a los invitados con una marca poco conocida que entrega un diáfano sabor frutal y paso amable. Le gustará a toda la parentela, sin excepción.

Finca Las Moras Marianne Malbec 2010 ($35)
. Este vino de etiqueta atractiva esconde un secreto: es uno de los mejores Malbec en su categoría. Con una aromática frutal y ligeros trazos de roble tostado, destaca por su carácter cordial al paladar. Es el vino para descorchar durante la cena, ya que salta con gracia del vitel toné y al cordero.

Navarro Correas Colección Privada Cabernet Sauvignon 2009 ($35). Una de las marcas más tradicionales –recientemente renovada- ofrece este Cabernet que está entre los mejores de Argentina. Es aromático, complejo y de cuerpo medio, por lo que acompaña bien desde un platos fríos a un asado típico.

Saurus Malbec 2009 ($42). Entre los tintos patagónicos se encuentra este tesoro, de una refinada aromática y una boca refrescante. Será el vino ideal para una cena de pocos, en la que la propuesta tenga toques gourmet. Por ejemplo, carré de cerdo mechado con pancetas y ciruela.

Kaiken Cabernet Sauvignon 2009 ($45). Otra marca poco conocida que vale la pena conocer. Kaiken elabora tintos expresivos y de cuerpo medio, ideales para la buena mesa. Y un buen ejemplo es este Cabernet, jugoso y con textura de seda. Le hará buena compañía a una mesa de platos fríos.


Esta nota se publicará en La Mañana de Neuquén el 11/12/11

8 de diciembre de 2011

Restaurante Les Anciens Combattants y el plato más caro de Buenos Aires



En Constitución, en una cuadra oscura y en la que por las noches suenan todo tipo de ritmos latinos al son de las chicas con truco que se ofrecen en la vereda, hay un restaurante que supo ser en otra época un exclusivo club francés: Les Anciens Combattants. En sus tiempos de gloria allí tomaban pastis los soldados franceses sobrevivientes de la primera guerra mundial, y de otras tantas guerras. Y a ellos rinde homenaje toda la decoración del salón, con posters de época en la que se habla de los grandes combates en las trincheras y de la mística de una guerra cruel librada por hombres de a pie y bayoneta.



Sin embargo, pocos saben que este viejo edificio neobarroco esconde un restaurante de auténtica cocina francesa y menos aún saben que en su carta está el plato más caro de Buenos Aires. Tres mil pesos por probar una especialidad por la que Obelix y Asterix hubieran cruzado toda la Galia: “Jabalí a la Moyen-Âge”, que en castellano se traduciría como "Jabalí a la Edad Media”, cazado a campo abierto en un coto del Partido de la Costa y cocido en una sola pieza en Les Anciens.



El plato, claro, no es para una sola persona. De hecho, lo preparan a pedido y rinde, como poco, para unas veinte personas. Cocinado durante ocho largas horas en el horno, el jabalí se sirve en una sola pieza sobre una tabla gigante, decorado con todo tipo de delicias frutales, desde ananá y cerezas marraschino, cortes de naranja y kiwi. Eso, para la foto.




Fui a probarlo de la mano de la Cofradía del Descorche quienes, para la ocasión y tentados por probar este plato mítico, convocaron a un listado de invitados con ganas de un festín. La contraseña consistía en acercarse con una botella de vino, preferentemente magnum, y en abonar los 200 pesos que tocaba en cuestión.



Jabalí al plato

El banquete –esa es la palabra precisa para describirlo- arrancó con un insuperable paté de menudos de pollo elaborado en la casa. Si alguna vez fuiste fan del paté con galletitas, tenés que ir y probar el que elabora el chef Alexandre Sourou: elegante, fundente y de un sabor suave.


 

Luego vino un sorbet de limón para preparar la boca al sabor salvaje del jabalí.



Y un instante después llegó el bicho trozado, de forma que a cada uno le tocó una parte de cuero y carne, sumado al relleno a base de liebre, el mismo jabalí, ciervo  y especias varias –como bien apunta Luis Lahite en su post: laurel, cardamomo, bayas de enebro, pimienta de Jamaica, pimienta negra y vinos generosos-.

Para agregarle a la carne, que es de sabor fuerte y levemente agridulce por la condimentación, sirvieron dos salsas: una reducción de hongos que estaba realmente deliciosa y una bechamel, junto con unas bolitas de puré fritas que, a la vista, parecían bolas de fraile pero que en sabor le ponían un toque de elegancia a tanta rusticidad.

 

Hay que decir a favor del plato que es toda una experiencia, sobre todo porque estás obligado a compartirla. Y en este caso puntual, la compañía estaba obligada, también, a aportar buenos vinos, no en vano los convocantes eran La Cofradía del Descorche: desde Chacra Cincuenta y Cinco 2010 –un Pinot Noir delicioso- que le hizo compañía al paté, a los intensos y elegantes Dolium Reserva Malbec 2008 y Climax Malbec 2009 -entre los mejores 100 vinos en Austral Spectator 2012-, sumado a un raro Antucurá 2003 –estaba impecable y con mucha vida y en plena evolución-, a un botellón de tres litros de Pródigo Malbec 2006. Luego, para cerrar la noche, Cheval des Andes 1999 –un lujo- y Yacochuya 2005 -un potente exceso final-.




Les Anciens Combattants abre de martes a sábado por la noche.

Santiago del Estero 1435, San Telmo // Tel: 4305-1701

23 de octubre de 2011

Generación “E”: los nuevos enólogos argentinos

En la última década un puñado de enólogos jóvenes trazaron la cancha estilísticas y le insuflaron nueva energía al mundo del vino. Quiénes son, qué etiquetas elaboran y cuáles probar.


En el vino argentino, lento pero seguro, se vive un recambio generacional. Es algo que se evidencia en las bodegas, en las ferias e incluso en la prensa especializada. Pero donde más se nota el pase de manos entre generaciones, es en el campo de la enología.
En nuestro país hay una camada de enólogos que hoy tienen entre 30 y 40 años que están definiendo la cancha estilística. Tipos atrevidos –bien apoyados por los bodegueros- que de pronto lanzan al mercado cortes raros, estilos nuevos y hasta nombres de vino impensados tan sólo cinco años atrás. La clave de esta movida, está en que no se formaron en los códigos tradicionales del negocio: elaboraron en Europa y Estados Unidos, beben fernet, escuchan rock del bueno y algunos twittean a troche y moche. Estos son los protagonistas.

Héctor Durigutti
es mendocino, acaba de cruzar los 40 años y a fuerza de talento y dedicación –asesoró a varias casas locales- ya es dueño de una bodega, sus vinos se venden como pan caliente dentro y fuera de Argentina, y es una voz autorizada a la hora de hablar de Malbec y Bonarda. Fueron sus caballitos de batalla, a los que reinventó con un estilo jugoso y elegante. Los mejores son Durigutti Bonarda 2009 ($45) y Durigutti Reserva Malbec 2008 ($98).

Mauricio Lorca nació en Mendoza hace 40 años. Después de un largo derrotero como enólogo de varias bodegas –Luigi Bosca, entre otras- recaló en Foster, de cuyo propietario llegó a ser socio. Hoy comanda las elaboraciones de su propia casa, entre otras, y lleva adelante una renovación estilística. Sus productos estrella son Lorca Poético Cabernet Sauvignon 2008 ($90) y Gran Opalo Corte 2009 ($150).

Alejandro Vigil, con 38 años cumplidos, este crack está al frente del departamento de enología de Catena Zapata. Formado en el riñón de la empresa, Vigil es el responsable de los tintos y blancos más cotizados de la casa, como Nicolás Catena 2007 ($820). No obstante, lleva adelante un proyecto en sociedad con Adriana Catena con su línea El Enemigo. Conviene probar el Syrah Viogner 2008 ($180), un ejemplo de modernidad gustativa.

Marcelo Pelleriti (42) es mendocino de pura cepa. Saltó a la palestra cuando en 2003 empezó a colaborar con Michel Rolland como enólogo de Monteviejo. Desde entonces, su perfil entre carismático y bohemio –es guitarrista- le dio nuevo aire al vino local. Sus tintos potentes y estructurados, de raíz francesa, le han granjeado fama. Cada vendimia elabora en Pomerol, Francia; buenos ejemplos de su estilo son Calypso Malbec 2010 ($47) o Monteviejo 2008 ($72), blend a base de Malbec.

Gabriela Celeste (no diremos la edad, nobleza obliga) está al frente de Eno Rolland, el laboratorio de enología y empresa asesora de Michel Rolland en Argentina. Elabora muchos vinos como asesora externa. En los últimos años ha ido corriéndose del estándar Rolland para encontrar un camino genuino. Conviene probar Rocío Moreno Malbec Reserva 2009 ($80) y CarinaE Prestige 2008 ($200). Escarlata Malbec es su vino de autor, que no hemos probado aún.

Oscar Biondolillo
(45), este ex Salentein fue el inventor enológico de Callia. En eso, hay pocos enólogos que le hagan sombra. Enfocado ahora en un proyecto personal, Aguma (que no hemos probado aún), Biondolillo es un profesional de perfil bajo y fino olfato a la hora del armado de cortes comerciales. Su impronta hoy cruza otros proyectos como Tracia, cuyo Cabernet Sauvignon 2009 ($20), es un nuevo hit de ventas.

Matías Michelini es, a sus 37 años, uno de los enólogos que demuestra tener un espíritu más inquieto. Pasó por Doña Paula y Sophenia, y ahora, asesora a varios productores mientras lleva adelante su proyecto personal Passionate Wines. Pronto sacará una línea Parral, mientras que su Montesco blend 2008 –Malbec, Cabernet con un touch de Bonarda, 90 pesos- es un vino fuera de todo estereotipo.

Leonardo Puppato (41) hizo armas en Chandon antes de llegar a Familia Schroeder, en San Patricio del Chañar. Con personalidad inquieta, logró desarrollar un porfolio de vinos tranquilos que tiene al Pinot Noir como centro de la propuesta, además de una línea de espumantes que tiene a hits de ventas como Deseado ($55), dulce natural a base de torrontés. Pronto saldrá un tinto de sus propias viñas, plantadas en 1901 en Mendoza.

Esta nota fue publicada el 23 de octubre de 2011 en La Mañana de Neuquén.

15 de octubre de 2011

Se degustaron sólo vinos de alta gama en la primera Intercontinental Wine Expo 11

Mendoza ahora tiene su exposición de vinos. La primera edición de Wine Expo 11 cerró ayer con éxito de concurrencia y más de 100 etiquetas ofertadas al público. Fui, probé y estos son mis vinos recomendados.

 

En Mendoza no había una muestra de vinos dirigida al público hasta ahora. La primera InterContinetal Wine Expo 11 se desarrolló como un billar en la organización y fue un parque de diversiones para los consumidores. Dirigida a un público adulto joven (que pagó una entrada de 90 pesos), había una centena de vinos disponibles, de una treintena de bodegas, cuyo precio promedio superaba los 100 pesos.

El tasting tuvo lugar los días 13 y 14 de octubre en el flamante Hotel InterContinental de Mendoza y fue organizado por dos distribuidoras de vino, Wine of Mendoza y Gran Casa Vinos. La novedad, más allá de las buenas etiquetas degustadas y un puñado de lanzamientos que se anticiparon en la expo, fue la combinación con unos pocos productos gourmet, como aceites de oliva, chutneys y dulces regionales.

En materia de etiquetas, se pudo probar algunas figuritas difíciles, como Cobos Malbec 2008 o la recién lanzada gama Cadus de Nieto Senetiner. Me dediqué a catarlos todos y a continuación recomiendo algunos de los más que gustaron:


Séptima Noche Pinot noir 2010 ($100, reseñado acá), un clásico ya de los Pinot mendocinos, perfecto para el que busque intensidad y elegancia combinadas. El diseño moderno de la etiqueta, también ayuda.

Monteagrelo Cabernet Franc 2009 ($140), una novedad de bodega Bressia lanzada en el evento, que viene a sumarse al pelotón Franc que crece en nuestro país. Sigo siendo un fan de Profundo y Conjuro, que estaban también disponibles para beber.

Domaine Saint Diego, la casa familiar que dirige el crack Ángel Mendoza, ofreció dos vinos que hacía mucho tiempo que no probaba: Paradigma 2008  ($60, corte de base Malbec, con Cabernet Sauvignon y Franc), un vino suave, de una acidez tan jugosa como refrescante, perfecto para comer; y Pura Sangre 2009 ($120, también a base de Malbec) resume la enología de Mendoza con pura elegancia y buen jugo.


Jean Rivier Tributo Blend 2006 ($?), es un corte clásico a base de Malbec, Cabernet y Merlot. Está un poco evolucionado, con taninos vigentes aunque finos, y con el paso adelgazado. Fue lanzado en homenaje al fundador de la bodega y presentado en la expo.
Doña Paula Malbec Selección de Bodega 2009 ($130): un hit de esta casa que sabe encontrarle un perfil cosmopolita a nuestra variedad insignia. Un vino del que no me cansaré nunca.

Marchiori Barraud Cuartel 2 2008 ($130), típico Malbec de Agrelo, con aromas complejos y boca carnosa y envolvente. También Marchiori Barraud Cabernet Sauvignon 2010 ($65), un ejemplar de ley, con una nota de morrón asado que lo caracteriza, boca suave y de andar modoso. Un dato extra: cuando conocí a Andrea Marchiori y Luis Barraud, la pareja de talentosos enólogos detrás de Cobos, corría el año 2002 y elaboraban en Dolium sus primeros tintos. Da gusto ver que pudieron darle forma concreta a su sueño y que lo hicieron con un estilo propio de vinos.


Cobos Malbec 2008 ($1000), que uno no tiene oportunidad de probar todos los días, es a mi juicio uno de los ejemplares que mejor define la estratósfera de los altos precios, por su combo de intensidad gustativa y elegancia, sin caer la madera bruta o en golpes de efecto sosos, como abundan muchos vinos en el mercado. De la misma casa, Bramare Malbec Luján de Cuyo 2008 y Bramare Malbec Valle de Uco 2008 (cada uno cuesta $150) suponen una buena oportunidad para comparar dos regiones con una misma enología. Uco, es intenso, con taninos potentes y una aromática frutal floral bien atractiva; Cuyo es carnoso, con taninos gordos, y una aromática especiada y frutal. Buen ensayo beberlos juntos.

Renacer Punto Final Malbec Reserva 2008 ($100) es, dentro de los estándares internacionales, un excelente varietal, con aromática frutada y boca bien jugosa. Renacer 2006 ($180), por su parte, ganó delgadez con el tiempo, abrillantó su color y avanzó francamente hacia un tinto de excelencia; me gustaría descorcharlo con mis amigos, lejos de la expo, pero al menos esta vez pude probarlo cuantas veces quise (una vez que terminé de degustar los vinos, claro).

Ruca Malen Kinien Don Raúl 2007 ($270) es el tope de gama dela bodega Ruca Malen. Un blend a base de Cabernet que ostenta una rica nariz con matiz maderado y una boca bien intensa y elegante. Un trabajo excelente de Pablo Cúneo, su enólogo, que de paso estaba en la feria para evacuar dudas y consultas.

Trapezio Bo Bó 2009 ($190), es un Malbec-Cabernet Franc (un corte que se pone de moda) y que, con una estética realmente novedosa, es un vino perfecto para regalar: destaca su rica aromática frutal y el paso suelto y envolvente.

Cadus Single Vineyard 2007 ($190) y Blend of Vineyards 2009 ($110) son dos ejemplares magníficos del trabajo de esta casa mendocina. Un tip perfecto es probarlos juntos, claro que no siempre se tiene esta oportunidad, porque están elaborados con conceptos opuestos. Single Vineyard fue el que construyó la marca, y hoy está hecho con un único viñedo de Agrelo; es un vino concentrado, aromático y cuioramente de boca ágil. El blend, en cambio, combina uvas de diversos orígenes y da paso a un tinto jugoso y refinado.

Kooch Pinot Noir 2008 ($170), de bodega Dos Andes (aquí hay más vinos de esta casa), ubicada en Añelo, Neuquén. Es un Pinot fermentado con uvas de Mainque,Río Negro, intenso en su sabor, suave en su textura, y de una rica mineralidad.

Riglos Cabernet Sauvignon 2008 ($180) es un tinto fragante y potente, que se caracteriza por su aromática ligeramente alcanforada y que puede recordar a la cáscara de naranja. De la misma bodega Riglos -cuya plana mayor estaba en la expo-, Riglos Quinto Sauvignon Blanc 2011 ($75), que ya reseñé acá.


Ave Memento 2007 ($270) representa un viejo modo de hacer vinos, ya que está elaborado con un cuartel de viña vieja, donde las variedades están mezcladas. De forma que se fermentan todas juntas y dan origen a un tinto ligero y complejo, de un paladar realmente amigable y curioso.

Clos de Chacras Gran Estirpe 2006 ($140) es el tope de gama de una pequeña bodega de Luján de Cuyo. Corte clásico de Cabernet Sauvignon, Malbec y Merlot, destaca por su expresividad aromática y boca suave y balanceada, bien apoyada en unos taninos firmes.

 

Bonus track: dos espumantes
Cava Codorníu Brut, una curiosidad ya que se trata de un auténtico Cava español. Hay que probarlos para saber de aromas exóticas para nuestro medio y frescura marcada.
Zafiro Extra Brut ($35), lanzado recientemente al mercado por Bodega Renacer, es un espumante rico y refrescante, con una etiqueta biena tractiva, dicho sea de paso.

3 de octubre de 2011

Qué vinos beber de la Patagonia

Terminó el cuarto Salón de Vinos de La Patagonia en la capital neuquina. Fui, probé y en esta nota repaso los mejores vinos de la región. 


Con saldo positivo terminó anoche el “Salón de Vinos de la Patagonia '11”. La cuarta edición de la feria más completa de la región cerró ayer sus puertas con ganancia neta: más visitantes, mejor organización y una propuesta estética bien lucida. Participaron las principales bodegas de la región con todos sus vinos; fuimos, los probamos y estas son nuestros recomendados en cada caso.

Familia Schroeder: destaca su oferta de Pinot Noir, en los que la bodega viene trabajando tanto en la selección de clones como en las levaduras para su elaboración. Tiene uno en cada línea de precios y conviene probar Saurus Pinot Noir 2009 y Familia Schroeder Pinot Noir 2007 ($45), ejemplares de ley; también Saurus Patagonia Select Malbec 2009 ($65), intenso y jugoso; y el Rosado de Malbec 2010 ($45), una novedad, frutado y fresco. Mención aparte merece el Saurus Chardonnay 2010 ($45), de una rica expresión y el espumante rosado Rosa de los Vientos ($75).

Fin del Mundo: con una selección de sus mejores etiquetas, la bodega más grande de San Patricio del Chañar prestó un nuevo espumante Brut Nature 100% Pinot Noir, con un atractivo color piel de cebolla, que se venderá en la alta gama. Destacó además su Newen Sauvignon Blanc 2011, con un rica boca cítrica; Fin del Mundo Reserva Malbec 2010 ($65), elegante; Fin del Mundo Gran Reserva 2006 ($80); y Special Blend 2006 ($160), complejo, estructurado y elegante, que acaba de consagrarse con una doble medalla de oro en Vinandino, el concurso de vinos más importante de Sudamérica.

NQN: la casa ubicada en la Picada 15 de San Patricio del Chañar ofreció sus vinos de mercado interno y de exportación. Llamó la atención Nemesio, nueva etiqueta for export, -con un destacable Chardonnay- y Cholila Ranch Malbec 2010 ($20), de una imbatible relación entre calidad y precio, a la venta sólo en la bodega. La perla, sin dudas, fue Malma Sauvignon Blanc 2011 ($45), el primer blanco 100% clonal de la bodega, que combina buen cuerpo con frescura intensa.

Humberto Canale. La centenaria bodega rionegrina presentó su nueva línea de Old Vineyard. De ella, vale la pena especialmente el Riesling 2011 ($68), raro varietal alemán en nuestro mercado, y el Malbec 2010 ($95), de cuerpo medio, elegante y frutado, ambos elaborados con uvas de sus viñedos viejos. También se pudo probar Canale Estate Pinot Noir 2010 ($60), fragante y terroso, y su línea Intimo ($45), de la que destaca el Cabernet Sauvignon 2007.

Chacras del Sol: esta casa rionegrina expuso sólo sus varietales Wünn ($75), Malbec  y Merlot 2007, de factura y estilo clásicos. No son para cualquier paladar, sino para el que busque un tinto de cuerpo medio y de andar suelto.

Secreto Patagónico ofreció sus dos gamas de precio, Mantra ($65) y Secreto Patagónico ($90). En cada una tiene un Cabernet Sauvignon, ambos 2008, que son el tipo de vino que le gustará a un consumidor de tintos intensos pero no concentrados.

Gerome Marteau: la pequeña casa de Río Negro ofreció sus dos gamas de precio, Gerome Premium ($45) y Reserva ($60). Su Malbec Reserva 2009 es un vino aromático y de paso elegante, con perfil boutique y artesanal. Y en su Merlot Reserva 2009, un perfil especiado, le gustará a quien adore el clavo de olor.

Des de La Torre: ubicada en Chos Malal, esta bodega familiar ha logrado darle un giro importante a sus líneas Identidad ($40) y Trashumante ($45), ambos Malbec 2010. Una opción para los amantes de los vinos con perfil artesanal.

Dos Andes: ex Universo Austral, con viñas y bodega en El Añelo, acaba de cambiar su nombre en alusión al hecho de que elabora en ambas márgenes de Los Andes. De sus líneas Finca Roja ($25), sobresale un intenso Pinot Noir 2010, muy buena opción para quien busque relación entre calidad y precio; y Calafate Colección ($40), en la que destaca el Chardonnay 2010, mineral y refrescante, y el Pinot Noir 2010.

Patritti: ofreció algunas novedades: por un lado, sus varietales Lassia ($45), en la que el Malbec 2010 es una opción accesible; por otro, el especiado Primogénito Merlot 2008, y el complejo Primogénito Blend ($130), tope de gama, que combina las uvas Cabernet Sauvignon, Malbec y Merlot.

Bodega del Desierto: única elaboradora de La Pampa, ubicada en 25 de Mayo, la casa tiene buena mano para los blancos. El 25/5 Chardonnay 2010 ($35) es perfecta para quienes busquen frescura; mientras que en tintos, el 25/5 Corte Caldén –Cabernet Sauvignon y Franc, Merlot- define el estilo de la casa, con intensidad gustativa y sabor frutal.

Agrestis: la casa familiar de Río Negro degustó sus espumantes entre los que destaca por lejos el Agrestis Nature –Chardonnay, Pinot Noir-; también el Malbec 2010 ($40), de estilo clásico, que le gustará a los bebedores de López.

Esta nota fue publicada en La Mañana de Neuquén el 2 de octubre de 2011.

12 de septiembre de 2011

Llega la moda de los vinos varietales “con aclaración”

En los últimos años comenzaron a aparecer varietales que tienen algún plus, sean Single Vineyard, clonales, puros o “de corte”...

 "Esto no es un Malbec", hubiera aclarado Magritte
 
El Malbec es Malbec y el Cabernet Sauvignon, Cabernet. Eso era todo lo que tenía que saber un consumidor a la hora de comprar una botella de tinto. Pero en los últimos años, la sencillez meridiana de este concepto –un vino es igual a una uva- fue modificando su esencia hasta adquirir nuevas y sofisticadas formas. Y ahora, una nueva tendencia aflora en el mercado doméstico de vinos: los llamamos varietales “con aclaración”, a falta de una palabra mejor para definirlos.
Basta un paseo por la góndola para darse cuenta. Hay etiquetas que rezan, por ejemplo, Syrah-Syrah, como si fueran un corte de dos uvas, pero cualquier lector se da cuenta que es la misma; o los que dicen Malbec Single Vineyard, para marcar una especialidad dentro del mismo varietal; o los que apuntan Malbec 100%, como una forma de decir que es puro y que hay otros que no lo son.
La movida se consolidó en los últimos 4 años, a contar de la llegada a la góndola del primer DV Catena que sorprendía al consumidor incauto con un claro y evidente Malbec-Malbec en la etiqueta. Algo que a todas luces parecía difuso, logró imponerse en el mercado y ahora es replicado por otras bodegas. En cualquier caso, una cosa queda clara: el concepto varietal ya no alcanza a describir la complejidad de algunos vinos y se hace necesario agregarle una aclaración para distinguirlo. Estas son las más frecuentes:

Varietal “100%” o “Puro”. Es la aclaración más típica y quizás una de las menos explicativas. Porque, en rigor, en Argentina un vino es varietal cuando tiene al menos el 85% de una uva como componente, de forma que una bodega puede completar con otra el volumen restante a fin de darle un “toque” especial al vino. Pero si lleva el 93 o el 100% no es necesario escribirlo en la etiqueta. Sin embargo, ante un consumidor confundido por la poca tipicidad de los tintos, se hizo necesario aclarar cuándo se trata de un varietal puro, para diferenciarlo de los “impuros”. Ejemplos abundan, nada más hay que revisar las contra etiquetas.

Varietal “Single Vineyard”. Este tipo de vinos forma una linda moda hoy, ya que tienen a su favor la distinción del terroir –es decir, la combinación de suelo, clima, variedad y mano del hombre que inciden en el gusto de un vino-. Concretamente son varietales elaborados todos los años con un mismo viñedo identificado y declarado como tal. De forma que cuando se los bebe, lo que se premia es el gusto que un terroir. Ejemplos perfectos son Cadus Malbec Single Vineyard, de Nieto Senetiner, elaborado con el mismo viñedo de Agrelo desde hace una década; o Alizarine Malbec Single Vineyard, de Alta Vista, producido desde 2001 con un viejo viñedo de Las Compuertas, un pequeño distrito en Luján de Cuyo. Hay muchos más.

Varietal “de corte” o “blend varietal”. Sin dudas un oxímoron delicioso, pero bastante elocuente a la hora de explicar que se trata de una misma variedad de uva, por ejemplo Cabernet Sauvignon, pero que tiene más de un viñedo de procedencia. Es el caso opuesto a un Single Vineyard y representa el modelo histórico de elaboración en Argentina, que ahora tiene una nomenclatura específica. Un ejemplo reciente es Gestos Malbec, de Finca Flichman, que se ofrece como un Malbec 50% Tupungato, Valle de Uco, cortado con otro Malbec 50% Barrancas, Maipú. Así consigue combinar la frescura y la estructura de los viñedos de altura, con el aporte de taninos maduros y aromática de la zona más baja y cálida. DV Catena es otro ejemplo perfecto.

Varietal “clonal”. esta explicación requiere un pequeño rodeo. Una variedad de uva está formada por un conjunto de vides que tienen características similares; es decir, que crecen con un tipo determinado de hoja y un tipo específico de racimo, que a la postre dan un conjunto similar de frutos y de vinos. ¿Pero qué sucede cuando esas plantas son copias genéticas e idénticas unas de otras? A ellas se les llama clones. Y precisamente en la última década se plantaron muchos clones en nuestro país y ahora es posible encontrar “varietales clonales” en el mercado. Por ejemplo en Pinot Noir: todas las nuevas plantaciones corresponden a clones 115, 777 y R4 –así se llaman- que, hablando en criollo, ofrecen una selección específica de color, aroma y gusto a Pinot Noir. Buen ejemplo de este modelo de varietal es Saurus Barrel Fermented Pinot Noir, elaborado con el clon R4; o Decero Petit Verdot, elaborado con el clon 400.

Esta nota fue publicada en La Mañana de Neuquén el 11/09/2011

10 de septiembre de 2011

Llegan nuevas etiquetas de vino: probé varias, te recomiendo algunas



Michel Torino Colección Cabernet Malbec 2009 ($20). Mientras la inflación se come buena parte de tus ingresos, en el vino, los segmentos bajos de precio, comienzan a moverse para ajustarse a la nueva realidad. De ahí surge esta gama de vinos de Bodega La Rosa, bivarietales sencillos, de aromática frutal y paso ligero. El tipo de tinto que se puede llevar a un asado de amigos o una reunión multitudinaria. Además de este Cabernet Sauvignon-Malbec, completa la línea un Bonarda-Syrah en el mismo estilo jovial. Buscalos en el súper.

Lurton Pinot Gris 2011 ($38) es, entre los blancos de su categoría, el que más me gusta. Un vino abierto y refrescante, del tipo que te dan ganas de tomar cuando tenés sed. Con el paso ligeramente untuoso, una acidez entre moderada y alta y un final de frutas blancas, es el ejemplar perfecto para acompañar un risotto de mariscos o una ensalada de mar. En mi caso, me quedo con la última que probé en Amici Miei (Defensa 1072, San Telmo).

Pasodoble 2009 ($68)
. Bodega Poesía es una de esas raras casas que prácticamente nadie conoce, pero cuando se llega a ellos por la vía de sus vinos, el flechazo es irreparable. Ubicados en Mayord Drummond, Luján de Cuyo, pertenece a una pareja de bodegueros franceses que controlan cuatro grandes château en Pomerol y Saint Emilion. En Mendoza, hacen este fantástico tinto -blend de Malbec, Syrah y Cabernet Sauvignon-, muy frutal y con un matiz expectorante –por sus notas balsámicas que recuerdan al laurel- y apenas ahumada. Al paladar resulta medio en volumen, con frescura bien lograda y taninos de paso muy fino. Un tinto que se bebe de a botella entera.

Alma Negra Viognier 2010 ($70)
. Para amantes de los blancos aromáticos, de paso sosegado, andar untuoso y final largo y cítrico, este Viognier está recetado de antemano. Es uno de los pocos que llegan con buen brío a la alta gama y, de paso, con un costado estilístico a caballo de los clásicos para el mercado doméstico. Para beber frío –nunca helado- y tener sobre la mesa un queso brie, un ementhal y algunas almendras.


Montechez Reserva Malbec 2009 ($80) es un tinto que acaba de ver la luz. Está elaborado con uvas del Valle de Uco, principalmente con Malbec de la Consulta, y pertenece a un proyecto de cuatro inversores dispuestos a hacer las cosas bien (y con la espalda financiera para hacerlo). A mi criterio, el mejor vino de los dos que lanzaron es este Reserva que es perfecto para quienes busquen tintos frutales diáfanos, con paso blando y jugoso y un rico final terso, como de seda.

Decero Cabernet Sauvignon 2009 ($85). La bodega Decero finalmente desembarca en el mercado local, luego de algunos años enfocada en los destinos de exportación. El nombre alude a que empezaron de cero: en 2001 comenzaron la plantación de una gran finca, a la que llamaron Remolinos, ubicada en Agrelo, Mendoza, y ahí cultivan las principales variedades tintas. Este Cabernet tiene una buena carga aromática, con notas especiadas que recuerdan a la pimienta y al aguaribay (pimienta rosa), ricas y evidentes. Al paladar tiene taninos finos y paso envolvente. Buen ejemplar para el que busque marcas nuevas y para quien tenga la oportunidad de acompañarlos con los ravioles de cordero de Dolli Irigoyen, que cocinó en la presentación.

Diamandes de Uco Chardonnay 2010 ($95). De las nuevas inversiones vitícolas la más impactante, sin dudas, es Diamandes: una bodega de 15 millones de dólares –según trascendió- que en el marco del Clos de los Siete –el mega emprendimiento que lidera Michel Rolland en Uco- producen unos pocos vinos con aspiraciones top. A su Rosado Malartic y Diamandes Malbec, suman ahora este Chardonnay que, hay que decirlo, es una golosina para el paladar blanco: cítrico, con notas de ananá y de vainilla, resulta voluminoso en boca, con el andar apenas cremoso y templado por una acidez bien mineral, que le da vida y buen nervio.


Zaha Malbec 2010 ($140). El nuevo vino de Manos Negras, el emprendimiento que formaran en 2008 cuatro cracks de la producción y el negocio del vino -Jeff Mausbach, Alejandro Sejanovich, Jason Mabbet y Duncan Killiner- acaba de presentar en sociedad Saha, su nueva etiqueta. Es un Malbec proveniente de Altamira, la zona más extrema del Valle de Uco, y ofrece ese matiz caleidoscópico que tienen los tintos de la zona: aromático, personal, con notas frutales y vegetales, destaca al paladar por su paso blando, bien jugoso y largo y grato final. Viene en una rara botella borgoña y con etiqueta llamativa. Perfecto para buscadores de rarezas.

Riglos Gran Reserva Cabernet 2008 ($180). Segunda añada que pruebo de este vino y, hay que admitirlo, segunda vez que logra cautivarme. Es cierto, es un vino salado en precio y sería un crimen si no lograra hacerlo. Pero en la alta gama hay muy pocos vinos excelentes y este es un caso ejemplar. Tiene una rara nota de cáscara de naranja, que combina bien con su matiz frutado, y un trazo de cedro propio del las buenas maderas en la crianza. Al paladar es amplio, jugoso y con el paso firme pero elegante. Elaborado con uvas del Alto Valle de Uco, si no te lo podés comprar para beber, agendalo para un regalo.

Mauricio Lorca Inspirado 2008 ($390)
. ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por un tinto ícono salido de la mente creativa del enólogo Mauricio Lorca? Son sólo tres mil botellas de este blend de Malbec, Syrah, Petit Verdot y Cabernet elaborado con uvas del Alto Valle de Uco, que se volarán del mercado antes de fin de año, ya verás. Voy a aportar un solo dato, para tentar al que le falte un empujón: es un tinto que lo tiene todo y que, para mi sorpresa, está para beber ya mismo. Complejo, elegante, jugoso, sin exageraciones de estilo, pura y dura uva convertida en vino. Un consejo: si te gusta el buen vino, hacé una vaquita con tus amigos y no lo dejen pasar.


3 de septiembre de 2011

Vinos de alta gama para darse un gusto egoísta

Te recomiendo 9 vinos en los que vale la pena gastar entre 80 y 130 pesos.


Arranca el mes y el sueldo parece enorme, o el aguinaldo quedó misteriosamente largo, o entró un dinero inesperado que permite soñar con un gasto extra: cualquiera es una buena excusa para comprar un vino de esos que, por su precio, parecen inalcanzables. Y claro, si es caro, el temor a pifiar en la compra se agranda. A continuación, listamos algunos de los mejores vinos con los que darse un gusto egoísta y no equivocarse.

Lunta Malbec 2008 ($80). Conviene tener este tinto en el radar para cuando aparezca la oportunidad: elegante, muy frutal, con matices especiados y un paso ligero y refrescante al paladar, va a devolver cada uno de los ochenta pesos que cuesta. Hay que saber que es el vino más económico de bodega Mendel, en Mendoza, donde la sabia mano de Roberto de la Mota consigue milagros como este con las mejores uvas de Lunlunta, Maipú.

Lávaque Félix Malbec 2008 $90: balsámico y maderoso, este nuevo vino de Finca Quara –lanzado en junio de este año- abre una nueva gama de tintos high price en la casa salteña. Rojo violáceo, tiene una impactante intensidad aromática, que gana luego en complejidad con una nota de morrón evidente. Al paladar es voluminoso, el tipo de tinto que impacta y deja pensando largo rato. Balsámico, no es apto para todo paladar, aunque le gustará a quienes seduzca la potencia.

Saurus Barrel Fermented Malbec 2008 ($95). La bodega Familia Schroeder acaba de poner en el mercado la segunda cosecha de Barrel Fermented, sus tintos de alta gama elaborados desde el primer día en barrica nueva. El Malbec 2008 es fragante, con una impactante nota frutal, bien integrada con el roble, que anteceden un paso por la boca ligeramente carnoso, envolvente y con buena acidez refrescante. Un tinto perfecto para el amante del buen roble.

Lagarde Guarda 2008 ($95). De paladar suave, este clásico de Bodega Lagarde –corte de Malbec al 40%, 30% de Cabernet Sauvignon y el resto Merlot y Syrah- destaca por una rica nota de mentol, bien acompañada por la fruta roja y la madera de roble. Cargado de tintas, no dejará indiferente al paladar con sus taninos firmes y amplio paso jugoso. De excelentes atributos y una buena cuota de pretensión, resulta ideal para consumidores que busquen sabores fuertes y logrados.

De Sangre 2008 ($100). Blend de Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah, este vino de Luigi Bosca fue lanzado en 2010 y homenajea los lazos familiares. Elaborado con las mejore uvas de Familia Arizu, combina Finca Los Nobles y Finca El Paraíso, ambas en Mendoza. Con precisión y sutileza, destaca por se tímido en expresión aromática y al mismo tiempo complejo, con un paladar frutal y carnoso de larga persistencia gustativa. Perfecto para larga mesa en la que destaquen las carnes rojas.

Altos Las Hormigas Valle de Uco Terroir 2009 ($100). Lanzado a comienzo de 2011, esta etiqueta sintetiza el nuevo camino que sigue la casa mendocina, que busca elaborar tintos de terruño, en este caso un Malbec de Valle de Uco. Complejo y elegante, su principal virtud está al paladar: con andar envolvente y fresco, sus taninos jugos y de trama fina estiran el largo final frutal, apenas tocado por el roble. Agradable de beber y complejo, es un tinto salido de un manual de alta gama.

Altocedro Malbec Reserva 2009 ($105). Ubicada en La Consulta, Valle de Uco, la bodega del joven enólogo Karim Mussie Safie, viene dando que hablar desde su primera elaboración en 2004. Con foco en Malbec de la región, consigue vinos aromáticos, complejos y estructurados. Este reserva destaca por su buena presencia aromática, con descriptores claros de ciruela, pimienta y madera que a la boca es envolvente, carnoso, con el paso jugoso. Para deslumbrarse.

Achával Ferrer Malbec Mendoza 2010 ($107). La casa de Santiago Achával Becú y Manuel Minetti, que desde 2010 tiene como socios a los rusos del vodka Stolichnaya, en 2003 lanzó este personalísimo Malbec, intenso y de buen cuerpo. Con expresión intensa y curiosa, que recuerda a las hierbas aromáticas y a las flores, además de frutas rojas. Suelto al paladar, suave y amable a un tiempo, se bebe con tal facilidad que una botella nunca alcanza.

Alegoría Malbec Gran Reserva 2008 ($130)
. Aromático, expresivo y jugoso, típicamente comercial. Color violáceo, aromáticamente despunta complejo: buenas notas frutostadas, con detalles especiados y levadurales. Al paladar entra envolvente, con buen jugo y paso cadencioso. Manda su buen final, en el que la nota frutal es la dominante. Para productos típicos de alta gama, esta es una elección perfecta.

Esta nota será publicada el domingo 4 de septiembre de 2011 en La Mañana de Neuquén.