Las fotos son de mi amiga Caro Martínez, que vive a la vuelta y que me salvó a pedido expreso, ya que yo fui sin cámara. Por contrataciones o reproducciones, me avisan y los contacto.
Jueves al medio día. Almuerzo laboral. Reservo en Caseros para las 13:30 y me dicen que sólo toman hasta las 13. Les pido que hagan una excepción y ellos dicen que la harán. Claro, llego y no sólo no hay mesa sino que el boliche desborda y hay gente esperando.
Pero como esa cuadra de avenida Caseros, en San Telmo, ya es casi un polo gastronómico, me mandé sin dudar a La Popular, en la puerta de al lado: un restaurante nuevo -con mes abierto, no figura en guías aún- con aires de bodegón tuneado y con un evidente sponsoreo de Cinzano. Digamos, la típica estética vermucera, lookeada con chispazos de corte popular, entre sifones antiguos, guirnaldas de foquitos onda calesita, techo imitación gradas y otros cachivaches viejos. Pero lo mejor, sin dudas, las lindas ventanas que inundan de sol el lugar.
Pero como esa cuadra de avenida Caseros, en San Telmo, ya es casi un polo gastronómico, me mandé sin dudar a La Popular, en la puerta de al lado: un restaurante nuevo -con mes abierto, no figura en guías aún- con aires de bodegón tuneado y con un evidente sponsoreo de Cinzano. Digamos, la típica estética vermucera, lookeada con chispazos de corte popular, entre sifones antiguos, guirnaldas de foquitos onda calesita, techo imitación gradas y otros cachivaches viejos. Pero lo mejor, sin dudas, las lindas ventanas que inundan de sol el lugar.
La carta es escueta o grande, según se la mire. Grande, porque traen una tabla –debe pesar casi un kilo- con la oferta del día escrita en tiras de papel y pinchadas con chinches. Escueta, porque no llegan a diez platos. Eso sí, cambian todos los días.
Nos reciben con una cortesía: una tostada de pan casero con tomate y queso, más un pesto bien aromático. Elegimos los ravioles de la casa –rellenos de cordero, si mal no recuerdo- y una entraña con salsa criolla y puré. El dato, es que la el puré lleva finamente picado un poco de cilantro que le da frescura. La entraña, por su parte, viene abundante y jugosa. Para beber, nos tomamos un Trumpeter Malbec 2010 de 375 -pura justicia para con los platos-, con tres botellas de agua, y dos café. Todo, por 80 pesos por cabeza.
Nos reciben con una cortesía: una tostada de pan casero con tomate y queso, más un pesto bien aromático. Elegimos los ravioles de la casa –rellenos de cordero, si mal no recuerdo- y una entraña con salsa criolla y puré. El dato, es que la el puré lleva finamente picado un poco de cilantro que le da frescura. La entraña, por su parte, viene abundante y jugosa. Para beber, nos tomamos un Trumpeter Malbec 2010 de 375 -pura justicia para con los platos-, con tres botellas de agua, y dos café. Todo, por 80 pesos por cabeza.
Sin ser una ganga, es un buen lugar para ir al mediodía y, supongo, por la buena decoración, también por la noche. Van ejecutivos de la zona, chicos del barrio, y todos los que por esas horas rebotan en el muy gourmet Caseros o el más chic y caro Hierbabuena. Imagino que un viernes se pone lindo. Así es que volveré.
Av. Caseros esquiba Bolívar / T. 43076040
Todos los días, almuerzo y cena, salvo domingos y lunes, que cierra por la noche.