Para quienes no conocen a Alberto Montt, les garantizo que se están perdiendo algo grande. Ilustrador chileno que publica con frecuencia en diarios y revistas, Montt tiene una ironía que sabe a limón, la dulzura quemante del caramelo al fuego y el tacto aterciopelado del puercoespín o la escofina.
Además de la gastronomía -tema que le gusta, a juzgar pos sus frecuentes Dosis Diarias- sus obsesiones reiteradas son: Dios y el Diablo, las relaciones de pareja, los animales, personajes de cuentos infantiles, del cine, de la literatura, y un largo y exótico etcétera. Dueño de un humo más corrosivo que alegre, los médicos debieran recomendar una dosis de Montt por día, y eso que suele no alcanzar. Dense una vuelta por su web y después me cuentan, o sino, compren el libro Dosis Diarias que editó Cany funto.
2 comentarios:
jajajja me encantó...el de las trufas ni hablar ajajajjaja
Saludos!
Dani
Genial! Aguante Montt!!
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