17 de septiembre de 2011

Conocé “Almacén Secreto Club": restaurante y club de arte en Villa Crespo


Un restaurante que se llame “Almacén secreto club” y que además sea un club de arte puede resultar un gran lugar o un chasco notable. Por suerte, este del que les hablo está entre los primeros y lo descubrí de casualidad buscando restaurantes raros para visitar.

Existe hace unos cinco años y queda –hasta pronto aviso- en la calle Aguirre, justo donde se corta con las vías del ferrocarril San Martín, en el lado oscuro de Villa Crespo. Por fuera es una puerta, nada más. Una entrada con timbre y un pequeño cartel en el ángulo superior derecho que los iniciados leerán bien: “A/S”. Eso es todo. Pero la cosa cambia drásticamente del otro lado del muro. Ni bien entrás se abre un sitio acogedor, una casa antigua con lindo patio de baldosas antiguas, dominado por unas bignonia que le dan sombra durante el día y reparo por la noche.  Ahí nomás ves el horno de barro y los manteles con colores andinos y te queda claro de qué va la cosa: comidas regionales, en un ambiente entre bohemio y hippie.


La casa, de techo alto y paredes muy blancas, es una pequeña exposición de arte. Con grandes cuadros y unas miniaturas de autos típicamente argentinos, construidos a mano por la sociedadmanual.com.ar, todos los objetos están a la venta.

Con la cocina a la vista, la propuesta es sencilla y clara, con una carta en perfecta sintonía con el ambiente telúrico: divida en platos de nuestro norte, nuestro centro y nuestro sur, podés comer desde humitas a una Ensalada Toba, pasando por carne al horno de barro y cordero patagónico asado.

La panera, que te traen ni bien te sentás, tiene un rico pan casero con semillas varias, y viene con dip de habas en aceites.

De entrada, pedimos unos tamales en toda ley ($20), que sirven de a dos en una cazuelita y  envueltos en la chala: dentro, viene una generosa albóndiga de maíz sazonada, con carne picada en su interior. Muy sabrosos.


Y de principal, elegimos la carne al horno para dos personas ($80) que viene acompañada con papas, batatas y cebollas horneadas. La carne tiene el sabor de ahumado a leña que le da el horno de barro, y sale jugosa o punto, conviene aclararlo. Plato rico y abundante, de hecho no la terminamos.

Mención aparte merece la carta de vinos, donde hay productos orgánicos y etiquetas poco conocidas, como Huzep variedad Cordisco, que conocí en la casa.

Como plan de salida romántica, funciona si la pareja tiene el perfil bohemio que encaje en el lugar. Para una salida de amigos que hace tiempo que no se ven y buscan un lugar para estar un rato conversando, el patio es perfecto, más ahora que viene la primavera.

Queda en Aguirre 1242 (entre Darwin y la Vía) / T. 4854-9131

Martes a Sábado de 20:30 al cierre.

1 comentario:

mir dijo...

hola , fui a esta casa restaurant para el dia del amigo con varios de ellos , y fue un verdadero fiasco se ven que tiene sus dias