11 de junio de 2011

Reseña: Doppio Zero, el restaurante italiano que no tiene pinta de italiano


Aclaremos una cosa desde el vamos: la cocina italiana no es pasta solamente. Eso lo sabrás si sos un fan de sus platos, cuya variedad y simpleza la han convertido en una de las más buscadas (y abusadas) del mundo. Y en Buenos Aires, ciudad con una importante comunidad de tanos, también hay muchos restaurantes dedicados a esta sencilla, gustosa y cordial gastronomía.

Entre ellos, Doppio Zero es uno de mis favoritos. El restó combina todo lo que se le puede pedir a la cocina peninsular, sin los aderezos for dummies de manteles a cuadros, tarantelas y carteles de la vecchia Roma… acá, lo único toscano, véneto o napolitano está en el plato. Y ni se te ocurra pedir esas combinaciones de la Italia for export, como la salsa scarparo o los sorrentinos, porque te van a mirar fulero. En Doppio insisten en que “eso” no es la “vera cucina italiana”.



Penne rigate con caponata siciliana.

De modo que en esta pequeña casa recientemente mudada –crecieron y ahora sirven 48 cubiertos- lo que manda es una buena y sobria atención, combinada con una gastronomía que busca sabores definidos y originales, en la medida en que pueden ser preparados en Buenos Aires.


Huevos al tartufo.
Volví esta semana después de más de un año, acompañado esta vez del staf de La Hora Señalada. Y nuevamente Mariano Akman, su propietario, no me dejó elegir ni un plato. “Están en mis manos,” dijo, y preparó un menú degustación muy recomendable, por dos cosas: una, su calidad y propuesta gastronómica; dos, su precio. Por 95 pesos + 9 pesos el cubierto + bebidas (muchos vinos, muy variados y a precio de vinoteca) vas a probar varios platos que, por lo demás, cambian según el día o a propuesta del cliente.

Rollo de Cerdo con échalotes y papines en salsa oscura de limón.
¿Qué comimos?
Sopa tibia de arbejas, con una textura rugosa y sabor definido de arvejas.
Sardinas escabechadas con hortalizas y rúcula. Un plato sencillo, en donde destaca el inconfundible sabor de las sardinas con un gustito ligeramente dulce.
Huevos al tartufo (este plato llegó a pedido mío) que es sale con una cucharada de crema, pimienta y aceite de trufa. Produce un antes y un después en el paladar no iniciado.
Penne rigate con caponata siciliana. Sabé que la caponata se ditingue porque lleva berenjenas, apio, tomates y olivas. Una salsa potente en sabor, pero liviana.
Rollo de Cerdo con échalotes y papines en salsa oscura de limón. Interesante plato, por la combinación de sabor cítrico con la carne de cerdo. Impensado en un estándar de cocina italiana, aunque las cocciones gratinadas al horno abundan en esa culinaria. El toque está en el queso parmesano.
Pre postre, crema moca con un lindo detalle de flores. Un solo sorbo.
Semifreddo de higos, miel y avellanas, que aún al más atento comedor de postres dejó sin aliento: por los verdaderos bloques de higo y por las abundantes avellanas.


Soldado de la independencia 1238 / Tel: 4899-0162.
 
Martes a sábado por la noche. Domingo de 12:30 a 16:00.

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