6 de julio de 2007



Una pregunta: si en la mitología del tango el vino carlón es bebida de guapos, cómo es que en la cumbia de hoy la cerveza despunta como trago cabeza. Cosas de la imagen corporativa y los pensadores del marketing. Y mejor aún, si una visión concreta del vino puede tenerse en cualquier plaza, donde los cartones entonan vacíos la resaca que calla a otro, dónde está el vino en el mito moderno, dónde en la nueva cara de la música que vive en la calle.
Algunas notas parece reentonar el tetra, lejos del escritorio de un publicista. En los últimos tres días, en Villa Crespo, he encontrado ciertos grafittis rojos y grandes sobre paredes blancas: Vinolencia, dicen. He ahí un tomador real de vino. Uno que, lejos del blabla, poeta contundente canta lo que vive.

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